Reposó un sosiego escondido ensordecedor
cual copioso cirro pasajero de ventisca
con el encanto
con el destello.
Quién ambicionó cual estrago siendo como era,
pues nadie dirigía aquel mágico apogeo
solo la risa
solo la vida.
Allí quedó su dulzura como lo fingió
mas ninguno en el recuerdo dispuso entenderla
amor glorioso
amor activo.
Pero bajo el umbral humilde de bizarría
un misterio oscuro de silencio ya escondía
pudo el afecto
pudo la esencia.
La angostura tumbada enmudeció aquel destino,
que triste algo tan bello, reboso de elegancia.
Bajo el recuerdo del encanto de aquel destello
cargado de risa, fluía por su cuerpo la vida,
fluía glorioso y activo cual lava de volcán,
lástima, falló el afecto y se fugó la esencia.
© Jesús Roqueta 2015 ©