A espaldas va de un ánimo derrochado
la esperanza de un dinamismo leal.
Afloró,
germinó como un amanecer vernal,
apartando con gran maestría dócil
al inquisidor indiferente ecuánime.
¡Pero vuelve! regresa cuando te toque,
sin eludir la transición inferida.
La canícula apasionada de sofoco,
guarda con cautela evolucionaría.
[Cuatro estaciones]
© Jesús Roqueta 2015 ©