...y a partir de entonces, ella siempre estaba sola, nadie sabía el porque y todos se hacían la misma pregunta sin poder entender ese distanciamiento hacia los demás, sin embargo se sentía bien actuando de ese modo, estaba tan segura de si misma, que no le hacía falta nadie a su lado. Con sigo mismo, su amigo mas fiel, su imaginación y ni el cielo era límite para sus pensamientos desbordantes y alguna que otra vez, un tanto alocados ciertamente.
Jugaba, reía, lloraba, sentía y soñaba, por lo que pensaba que nada le faltaba y así era, se sentía feliz y llena de vida, que más podía pedir, su vida exclusiva estaba hecha a su imagen y semejanza, lo veía todo tan nítido que prácticamente no tenía que hacer nada, todo le venía tal y como lo había previsto, como si sus sueños prevalecieran ante su presente y futuro.
Aquella época oscura llena de incertidumbres, malos hábitos e indiferencia, la había hecho cambiar, lejos de manipulaciones incoherentes por las cuales se había pasado media vida actuando en la distancia de su forma de ser y por las cuales había perdido la oportunidad de abrazar personas, que la habían adorado en silencio.
... con lágrimas recorriendo su rostro, le susurró al oído: - " El cielo no es el límite, sólo debes aprender a mirar en tu interior"...
© Jesús Roqueta 2015 ©