Y nuevamente abril a flor de cielo
abre tus manos tibias, y yo canto
el júbilo entrañable y el espanto
que en mi sangre derrama con tu anhelo.
Amo la gravidez del alma, el vuelo
por la caricia que hasta ti levanto,
y el fuego triste hallado en el quebranto
de la distancia - aborrecible velo-.
Amor: abril, tu cómplice, desvía
la ruta del temor que disminuye
y disfraza de fiesta su agonía.
Eres abril de nuevo, amor, y nada
escapa de tu ser: todo confluye
a cobrar plenitud en tu mirada.
Rubén Bonifaz Nuño
...la religión y la poesía son idénticas en esencia y sólo difieren en el modo en que se relacionan con los asuntos prácticos. Se llama religión a la poesía cuando intervienen en la vida; y la religión, cuando simplemente sobrevive a la vida, no puede ser sino poesía. T.S. Eliot